Faltan mecánicos
Algo está pasando cuando en un oficio honrado, satisfactorio, valorado, y en el que se puede ganar la vida decentemente, no hay gente para contratar.
Algo está pasando cuando en un oficio honrado, satisfactorio, valorado, y en el que se puede ganar la vida decentemente, no hay gente para contratar.
El pasado mes de abril el mayor distribuidor de recambios del mundo Genuine Parts Components (GPC), entraba en el mercado español a través de la compra de LAUSAN por parte de su filial europea Alliance Automotive Group (AAG), engrosando así unas cifras que marean, 9.500 tiendas, 50.000 empleados, y 18.000.000.000 de dólares de facturación.
Vivimos en un entorno VUCA, y a nuestro sector de la posventa y en especial a la distribución (que vive de la logística y la fabricación de productos de alta tecnología) no le queda otra que adaptarse a una velocidad a la que no está acostumbrada.
Mi abuela siempre decía “no solo hay que serlo, también parecerlo” y es que y aunque seamos el mejor mecánico del mundo, el más profesional y con el mejor equipo, eso de que la belleza está en el interior es muy bonito pero al final los primeros en ligar son los guapos
Si los distribuidores no tuviesen la presión de la inmediatez, relajarían sus necesidades a los fabricantes, estos a su vez podrían destensar su cadena de suministro, aliviando también la parte económica, y así más pronto que tarde podría volver todo a la normalidad.
En mi trayectoria, he conocido a muchos empresarios que confundían su dinero con el de su empresa, y por desgracia tarde o temprano todos han sufrido las consecuencias de su error, pasando grandes dificultades o incluso llegar a cerrar sus negocios por uno de estos tres motivos…
La pandemia y su confinamiento, el teletrabajo, la crisis de los semiconductores, el alza de los fletes, la crisis energética, las prioridades de las nuevas generaciones… todo ello nos influye por lo que debemos parar y pensar ¿quién será mi cliente en el 2022?
Somos un pequeño sector, dentro de uno más grande, pero aunque pequeño somos el más importante, el más técnico y profesionalizado, y ello hace que aunque seamos “pocos” nos consideremos una gran familia.
La sentencia de muerte de los motores diésel y gasolina para automoción se ha firmado, y todos seremos testigos de excepción, principalmente nuestro sector, el cual vivirá la mayor disrupción desde principios del siglo XX cuando el motor de combustión sustituyó al coche de caballos, e igual que los herreros tuvieron que dejar de cambiar herraduras y reparar carruajes, para aprender a ajustar esas máquinas infernales, los mecánicos de hoy deberán aprender a reparar los acumuladores de energía y los motores eléctricos.
Nuestro mercado ha hecho como la evolución en la naturaleza, se ha ido adaptando a las necesidades de cada momento, y aunque exista el libre mercado y puedas hacer lo que quieras con tu empresa, al final (ya sea taller mecánico, distribuidor, o fabricante) subsisten aquellas que se adaptan a las necesidades de sus clientes y se apoyan en los recursos que tienen a su alcance, y en ocasiones la solución se encuentra en la colaboración mutua entre empresas distintas, en la simbiosis.